sábado, 31 de julio de 2010

Méritos propios

Estaba realmente impresionado por la cantidad de acordes que había conseguido enlazar en la que debía ser su prueba de fuego. Su bautismo de fuego en el mundo del valor de expresar lo que se siente y no hundirte en el lodo en el intento. El muy ingenuo pensaba que con la prueba mataría dos pájaros de un tiro y, por supuesto, que le saldría bien.
Hacía seis meses que había llamado a la puerta de aquella empresa. Una discográfica que únicamente conocía quien la había puesto allí. Pero llamó, llamó y abrió la puerta una ninfa de ojos verdes y pelo moreno que ni siquiera sonrió. Se quedó como un verdadero estúpido en la puerta mientras a la ninfa se le descomponía la cara metamorfoseándola en otra semejante a los dibujos de las brujas de los cuentos.
–¿Te has equivocado o qué? –Preguntó la ninfa con todo el desprecio del mundo en su voz desagradable.–
–Eh... No. No. He venido a traer esta maqueta por si les interesa. Dentro van mis datos por si se quieren poner en contacto conmigo.

La ninfa cerró la puerta sin decirle nada y él permaneció allí al menos cinco minutos mirando a la puerta, como si esperase que el sueño de su disco hecho realidad saliese por allí en un tiempo de producción record. Pero no, lo que ocurría es que la visión de la mujer que le había ¿atendido? lo mantenía hipnotizado, empotrado en aquel pavimento que comenzaba a arder por el calor sofocante. Y hubo de ser las gotas de sudor resbalándole por las mejillas, las que le hizo darse cuenta que necesitaba hidratarse de forma urgente e inmediata.

Desde aquel día, todas las canciones que compuso estaban dedicadas a la ninfa de ojos verdes y pelo negro. Y no se separaba ni del teléfono fijo como del móvil, los dos que había puesto en su carta de presentación. Cuando salía, las pocas veces que lo hacía por necesidades como la de hacer la compra, lo primero que hacía al llegar a casa era oír el contestador. Nada. Y después se sentaba a tocar su guitarra e improvisar melodías con la cesta de la compra todavía por guardar. Sin ni siquiera percatarse de ello, su afán de colmar de música la atención de la ninfa de ojos verdes y pelo negro y también voz desagradable, iba haciendo que sus composiciones aumentasen en calidad. Los vecinos fueron perdiendo las ganas de tirar su puerta y cortar hasta la última cuerda de su guitarra, que fueron sustituidas por un placer leve producido por la dulzura de los acordes de su guitarra y las notas cada vez más afinadas de su voz. Incluso llegaron a decírselo y felicitarlo por un cambio tan positivo. Al igual que cuando se halaga al sin remedio, estos comentarios positivos hicieron crecer la vanidad de este ser, compositor con menos luces que la A7 tramo Fuengirola-Málaga de noche, convenciéndose a sí mismo que el final del camino estaba cerca y en él lo esperaba un bosque de noche, con miles de luciérnagas iluminando un pequeño estanque de nenúfares donde podía contemplar la luz de la luna junto a la ninfa de ojos verdes y pelo negro.
No hay que decir que el día que lo llamaron para una prueba de sonido, esta vanidad se multiplicó por el número después del infinito.
Se levantó el día acordado cinco horas antes de la acordada. Se bañó tres veces, las tres en agua de colonia con la que había llenado la bañera y cuando salió de su casa, hasta las cuerdas de la guitarra olían a "Diavolo". Por la calle todos lo vieron con una sonrisa del bobo que parece andar por algún lugar sin saber a dónde va. Quizá fuese cierto, pues su mente estaba ocupada planeando el futuro. Una cena inolvidable con la ninfa de ojos verdes y pelo negro y una canción de declaración de amor terminando con ella echada en sus brazos.
Tocó la puerta y esta vez no le abrió quien él quería que le abriese, sino un tipo obeso con barba de seis días y mirada desquiciada por el polvo blanco. Lo invitó a pasar. Se sentó en lo que parecía una sala de espera. Había otro hombre allí. También llevaba una guitarra. Peinaba cresta y sus orejas lucían infinitos zarcillos que parecían destilar los colores del arco iris. Una voz de hombre dijo el nombre de "Pornosatánico" y el muchacho se levantó, atravesó la puerta y entró en otra sala. Al cabo de un momento comenzaron a sonar acordes estridentes y una letra de canción que le enseñó que el nombre que había adoptado el otro chico era de lo más acertado. Cuando "Pornosatánico" salió de la sala, lo miró con aire de superioridad, sonriéndole perversamente. La voz lo nombró y él se levantó y entró en la sala. Allí había tres hombres, y también estaba la ninfa de ojos verdes y pelo negro. A la señal de uno de los hombres, la guitarra comenzó a emitir dulces sonido con una polifonía muy lograda. La sala parecía iluminarse con los colores de la notas y los ojos del cantante miraban fijos a los ojos verdes de la ninfa. Cuando terminó de cantar, observó que los hombres lo miraban con gesto indiferente y que la ninfa, nada más terminar la canción, se había esfumado. Los hombres le dijeron que ya tenían la muestra de sonido en directo y que se pondrían en contacto con él. guardó su guitarra dudando si invitar a la ninfa de ojos verdes y pelo negro a cenar aquella misma noche o esperar a firmar su contrato profesional. Lo que jamás pudo imaginar era, que a l salir de aquella y de la otra que había servido como sala de espera, iba a encontrarse a su ninfa besándose desmesuradamente con el tipo de la cresta y los zarcillos arco iris mientras ella felicitaba al tipo por la firma que acababa de plasmar con la empresa.
"Le debo un favor a mi tío". Fue todo lo que dijo mientras sus labios se hundían en los de la ninfa de ojos verdes y pelo negro.

sábado, 17 de julio de 2010

Libertad

¡Bravo, bravo, España ha ganado..! El banco me ha perdonado dos meses de hipoteca, me han subido el sueldo un 30% y en la gasolinera me han dicho que vuelva a coger el coche, que me van a hacer precio especial, que me echan de menos desde que se les escapó el dedo en el botón de subida. Todo esto, una semana después. De cualquier modo tía Frasquita, si alguien lee esto y de verdad le ha cambiado la vida porque España haya ganado, dile que me alegro mucho por él, felcitaciones a granel de mi parte.

En fin, después de todo, seguimos igual. O quizá no. Como bien supuse, hubo algunas ausencias de los puestos de trabajo durante el lunes. Y seguramente el motivo fue el dolor de las muelas del juicio que hacía años que habían sido extraídas. El desmadre que se armó fue monumental. La gente se excusa en lo mismo de siempre. "Es una fiesta", "para una vez que ganan" Excusas para destrozar, ensuciar y, en definitiva, dar rienda suelta al instinto salvaje y primitivo que todos tenemos y la sociedad nos castra desde que nacemos. He visto en televisión a inmigrantes gritando esa máxima poco orgullosa de "yo soy español". Se abrazan, se quieren. Cuando termine este sueño balsámico, que supongo que habrá terminado ya, los inmigrantes volverán a tener la culpa de que no haya trabajo y de que tarden tres horas en atenderte en urgencias. Porque de eso quiero hablarte, querida tía Frasquita. Porque la gente que le toca arreglar todos los desmadres que las celebraciones provocan, se cagan en la madre de las victorias. Por ellos, que revieten todos. Lo dice nuestro instinto egoísta y que este sistema, que dice que somos libres, nos castra a la mínima oportunidad.

Cambio radicalmente el sentido de mi carta. Dicen que somos libres... Y ¿sabes qué? El otro día encontré, a la vista de todo el mundo, una carta de Endesa avisando del corte de suministro a un vecino que debía la impresionante cantidad de 6,31 €. La luz, la utilización de recursos eléctricos sin los que ya no podemos vivir, cortada por deber poco más de seis euros... ¿Es eso libertad? ¿O es una especie de esclavitud a unas pocas empresas que sin saber cómo, se dedican a la distribuición de la energía? ¿Y qué pasa con el agua? ¿También te la cortan si debes cinco euros? ¿No tienes derecho a poder bañarte? ¿Y qué ocurriría si no lloviese? ¿De dónde sacarían el vital líquido? Si ellos tienen derecho a dejarnos sin agua por la mierda del dinero, ¿no tendríamos derecho nosotros a hacer lo que nos pareciera bien si ellos no nos suministran el servicio? No, supongo que no. Si no pagas, te jodes, porque a fin de cuentas, se trata de eso. Gobierna un pedazo de papel que es el causante de tantas miserias y penosidades que pasan millones de criaturas. Y si no se tiene ese dinero por la circustancia que sea, parece que pierdes el dereco a vivir. De verdad que no extrañaría nada que mañana se apruebe un impuesto por respirar. Eso de decir que se nace libre es una patraña como la ineptitud humana. Naces subyugado por un sistema que favorece a quien lo inventó. Y jode al resto. Gane España o pierda España (entiéndolo como quieras). Estamos sometidos a un tiempo y a un espacio que no es infinito y por tanto, impone limitaciones. Así que la libertad habría que entenderla bajo ciertas perspectivas y no afirmar, sin luces, que somos libre, tal y como creo yo que dice la Constitución.
Fíjate que estamos sometidos a voluntades varias que me dieron la noticia hace tiempo, que un perito de la Junta de Andalucía estimó los daños que provoqué en un accidente que tuve en 54.000 €. Es decir, nueve millones de las antiguas. Vale que me empotré contra una mediana de hormigón y que sea un verdadero milagro que esté aquí escribiendo tonterías, pero nueve millones por poner un poco de hormigón y adaptarlo... No sé, yo no entiendo, pero me parece mucho, el poco sentido común así me lo afirma. Lo que yo creo es que todo esto se hace a "ojo" de tuerto. Digo esto y lo que sobre para mí, porque sobrar, sobrará, de eso no hay dudas. Igual que cuando las lluvias torrenciales que a principios de 2009 hundieron la carretera que une Granada con Madrid, la A 92 me parece que es, y salió un inútil por la tele diciendo a ojo que los daños estaban valorados en no sé cuántos millones de euros. Millones de Euros. Qué fácil hablan de millones. ¿Somos conscientes de lo que se puede hacer con un simple millón de Euros? Y si alguien dice esto vale tanto, vale tanto y es lo que hay. luego empiezan las compañías de seguro a matarse y a buscar a los abogados que saben interpretar la ley de manera que les favorezca a ellos. Aquí somos los mismos los que pagamos, siempre. Esa es nuestra libertad, zumbar impuestos desorbitados para tener infraestructuras y al menor problema, nos quedemos sin ellas y tenemos que ver como hablan de millones como si fuesen litros de cerveza. ¿Qué haría yo con un simple millón? Desde luego, me perdía en las montañas del abuelo de Heidi y no iba a encontrarme ni Hacienda, esos que respetan tanto tu libertad que cuando meten los dedos en los ordenadores, les sale hasta las veces que vas al baño.

jueves, 8 de julio de 2010

Buscando enemigos

Aquí estoy de nuevo, querida tía Frasquita.

Verás, hoy me ha dado por pensar. Y entre la última vez que escribí recordando a mi hermana y maldiciendo a todos los mierdas que dicen hacer justicia en este país y lo que he estado pensando últimamente en los escasos minutos de sosiego de los que dispongo al día, me he decido a escribirlo. Por cierto, puede que la cercanía del sexto aniversario de su marcha me hiciera estar más agresivo. Sé que eres el único ente que me lee, pero seguro que tras esto voy a ser considerado enemigo de la patria, un maldito amargado agua fiestas. Porque hasta los monitores tienen ojos y ya no puedo más con esta situación que no hace sino confirmar que vivimos en un país de auténticos gilipollas sin remedio ninguno, mucho menos remedio que yo incluso aunque siempre he pensado que eso era imposible.

Veo lo que se está armando por los éxitos de la selección española de fútbol. Y ¿sabes? pienso que si viniera un marciano con la varita de "Harry Potter" y consiguiera que nadie más pasara hambre, que todos tuvieran un trabajo vitalicio, que los niños no tuviesen que llorar y que los Pacos no maten a las Maris porque les quieren dejar, la gente no lo celebraría con ese "entusiasmo". Y esto me entristece, o quizá me ponga de muy mala leche. Supongo que sabrás lo que van a cobrar estos "trabajadores" si consiguen ganar el campeonato. Y pienso en todos esos profesionales que han tenido que emigrar porque aquí les han negado subvenciones para investigar en beneficio de la gente.
Miremos las cosas fríamente. ¿Qué ganaremos nosotros si consiguen alzar la Copa del Mundo? ¿Nos darán días de vacaciones? La gente faltará al trabajo, claro que sí, y los servicios de urgencias se van a inflar de hacer informes por dolores de las muelas del juicio que tuvieron que ser extraídas hace años. ¿Van a subirnos los sueldos? Veremos a ver si el presidente del gobierno no se le ocurre bajarlos otra vez para hacer un Ministerio de Deportes, cuando están sobrando Ministerios a patadas. En definitiva, tía Frasquita, no ganamos ni perdemos nada. Es así, pese a quien pese. Me podrán decir que la emoción inexplicable, que te están representando ante el mundo, que el sentimiento que hace afición. Lo dicho, sin remedios completos. ¿Cómo van a representarme a mí, el último mono del peñón, el último contenedor de reciclaje de la esquina, unos cuantos hombres que se les da bien dar patadas a un balón y cuyo cometido es entretenerte como puede entretenerte oír una canción, leer una buena historia, ver una película y si me apuras, emular tu existencia virtual? ¿Cómo van a hacerlo si van a cobrar lo que van a cobrar y se le niega ayudas a gente muy capaz para mejorar la existencia? Me da igual que donen el dinero a ONG (que después del caso Intervida, ya me despiertan todo tipo de sospechas), porque si le das de comer a un pobre hoy, mañana volverá a pasar hambre. Tienes que enseñarlo a que consiga su alimento. Tienes que enseñarlo a hacer su infraestructura para que pueda tener agua. Y tienes que enseñarlos a fabricar sus medicinas. Y hay que hacer muchísimas cosas. Y apoyar a aquellos que pueden mejorar la existencia de las personas y que tienen que irse de España porque se les desprecia, porque España desprecia el verdadero talento. ¿Qué pasará si el domingo pierden la final? Yo lo sé; la gente llorará y los impresentables de siempre se dedicarán a hacer vandalismo destructivo urbano con la excusa del fútbol. ¿Por qué harán esto? ¿De verdad alguien, repito, fríamente, puede sentir la sensación de fracaso, de pérdida de algo importante por el mero hecho de perder en un juego que sólo sirve para entretener a la gente?

Creo que todo está muy claro. Y no soy antipatriota porque me importe una mierda lo que pase el domingo. Me fastidia la enorme estupidez de la gente, quizá yo también considere la posiblidad de autodesterrarme. No he hablado de los toros, porque hay poco que hablar. Es una afirmación que este país se divierte haciendo sufrir a la vida y extinguiéndola y qué cantidades de dinero se mueve, oiga, para hacer muchas cosas buenas. El "furgol" debe ser entretenimiento. ¿La gente sale a desmadrarse porque han ganado un partido en la Wii? No. Y espero que no lo hagan nunca, pero siceramente, creo que tampoco me sorprendería... Autodestierro. Puede que sea mi sino. Salvo que yo no soy ningún genio, sino el más mediocre sin remedio que hay. Lo que mejor hago y lo hago fatal, es escribir. Inventar historias. Me iré a Osaka a idear guiones para que la gente use el mando de la Wii. Allí seguro que no saldrán a destrozar y ensuciar todo cuando tengan el disco del juego del guión en sus manos. Quizá alguien sueñe con estas historias como pueden soñar con el "furgol" pero la diferencia es que gane o pierda en su intento de terminar la historia, en Osaka la vida seguirá adelante normalmente, sin lágrimas, ni desmadres destructivos.